Había una vez un anciano que vivía con su esposa. Un día
fue a una plantación de bambú para recolectar brotes, y se encontró allí con un
árbol de bambú que tenía luz en su interior. Se preguntó por qué y sintió una
gran curiosidad acerca de lo que habría dentro.
Cuidadosamente cortó el bambú y se quedó asombrado al
encontrar a un precioso bebé en el interior. Decidió recogerla y llevarla a su
casa. Consultó con su mujer que hacer con el bebé, y llegaron a la conclusión
de que era un regalo de los dioses.
Decidieron llamar a la niña Kaguya-Hime. A partir de
aquel día, cada vez que el anciano cortaba bambú, encontraba oro dentro de él,
no tardó en hacerse rico y construir una gran casa.
Varios años después, el bebé creció y se convirtió en una
hermosa joven. Todo el mundo la conocía porque era elegante y bella. Cinco
príncipes llegaron a su casa para pedir su mano en matrimonio. Ella era reacia
a casarse, así que les propuso varias tareas imposibles para llevar a cabo antes
de conseguir casarse con ella.
El primero debía traer el cáliz sagrado de Buda que se
encontraba en la India. Al segundo príncipe se le encargó encontrar una
legendaria rama hecha de plata y oro. El tercero tenía que conseguir la
legendaria túnica hecha con el pelo de la rata de fuego (que se dice que está
en China) Al cuarto, una joya de colores que brillaba al cuello de un dragón.
Al último príncipe, le encargó una concha preciosa que nace de las golondrinas.
La princesa pidió cosas que nadie sabía que existían y estaban muy
desilusionados.
Luego de esto, los jóvenes dejaron de ir por algún tiempo
a la casa del viejo ya que todos estaban buscando los deseos de la princesa. Un
día, llego el primer hombre y trajo la taza de Buda que la princesa había pedido,
pero él no fue a India como ella lo pidió, en su lugar trajo una taza sucia de
un templo cerca de Kioto. Cuando la princesa lo vio, ella supo inmediatamente
que esta no era la taza de Buda, porque aunque era muy vieja y estaba hecha de
piedra, la taza que era de India siempre tenía un brillo sagrado.
El segundo no tenía idea de donde podría encontrarse una
rama de plata y oro, además no quería hacer un largo viaje y como él era muy
rico, decidió ordenárselo a unos joyeros. Luego le llevó el regalo a la
princesa. Era tan maravillosa que ella pensó que realmente se trataba de lo que
había pedido y pensó que no podría escapar del matrimonio con éste joven de no
ser porque los joyeros aparecieron para preguntar por su dinero. De esta manera
la princesa supo que la rama no era la verdadera, y por tanto, no era lo que
ella había deseado.
El tercero, a quién se le había pedido la túnica de pelo
de rata de fuego, les dio una gran cantidad de dinero a algunos comerciantes
que iban a China. Ellos le trajeron una piel vistosa y le dijeron que
pertenecía a la rata de fuego. Se lo llevó a la princesa y ella dijo
"Realmente es una piel muy fina. Pero el pelo de la rata de fuego no arde,
aun cuando se tira al fuego. Probémoslo". Y ella tiró la piel en el fuego,
y como era de esperar la piel ardió en unos minutos, el joven se fue enfadado y
avergonzado.
El cuarto era muy valiente e intentó encontrar el dragón
por sí mismo. Navegó y vagó durante mucho tiempo, porque nadie supo donde vivía
el dragón. Pero durante una jornada, fue asediado por una tormenta y casi
muere. No podía buscar más al dragón y se fue a su casa. De vuelta en su hogar,
se encontraba muy enfermo y no pudo volver con la princesa.
El quinto y último de los hombres buscó en todos los
nidos, y en uno de ellos pensó que la había encontrado; pero al bajar tan
aprisa por la escalera se cayó y se lastimó. Ni siquiera lo que tenía en su
mano era la concha que la princesa había pedido, sino una golondrina vieja y
dura.
De este modo todos habían fallado, y ninguno podría
casarse con la princesa. La reputación de la princesa era tal, que un día el
emperador quiso conocer su extraordinaria belleza. El emperador quedó prendado
de la joven y le pidió que se casara con él y fuera a vivir a su palacio. Pero
la princesa rechazó también su propuesta, diciéndole que era imposible ya que
ella no había nacido en el planeta y no podía ir con él. No obstante, el
emperador no pudo olvidarla y siguió insistiendo.
Ese verano, cada vez que la princesa miraba la luna sus
ojos se llenaban de lágrimas. Su anciano padre quiso saber qué le ocurría, pero
ella no respondió. Cada día que pasaba la joven estaba más triste y siempre que
miraba la luna no podía dejar de llorar.
Los ancianos estaban muy preocupados, pero la princesa
guardaba silencio. Un día antes de la luna llena de mediados de agosto, la
princesa explicó por qué estaba tan triste. Explicó que no había nacido en el
planeta, sino que procedía de la luna, a dónde debía regresar en la próxima
luna llena, y que vendrían personas a buscarla.
Los ancianos trataron de convencerla de que no partiera,
pero ella contestó que debía hacerlo. Así que el anciano corrió en busca del
emperador, y le contó toda la historia, enviando éste último una gran cantidad
de soldados a casa de la princesa.
En la noche de la luna llena de mediados de
agosto, los guerreros rodearon la casa en su intento de proteger a la princesa,
mientras ésta se hallaba en el interior con sus padres esperando por la gente
de la luna que vendrían a por ella. Cuando la luna se puso llena, una inmensa
luz los cegó a todos y la gente de la luna bajó a por la princesa, los soldados
no pudieron combatir porque estaban cegados por aquella inmensa luz y porque
extrañamente habían perdido las ganas de luchar.
La princesa se despidió de sus padres, y les dijo que no
deseaba irse, pero que tenía que hacerlo (generalmente la mayoría cuenta la
historia hasta este punto). También se despidió del emperador por medio de una
carta. El desolado emperador envió un ejército entero de soldados a la montaña
más alta de Japón( Monte Fuji). La misión encargada era subir hasta la cima y
quemar la carta que la princesa había escrito, con la esperanza de que llegara
a la ahora distante princesa.
Años después, de la luna cayó la capa que las personas de
la luna le dieron a la princesa. Un monje, llamado Miatsu, que pasaba por ahí
se enteró de la historia de la princesa y fue a ver al emperador. Le dijo que
si alguna vez la luna llena aparecía más de lo debido, llevaran la capa al
Monte Fuji y la quemaran. Cuando el emperador preguntó la razón, el monje le
dijo que la princesa Kaguya había recibido la carta que él había quemado tanto
tiempo atrás, y que se encontraba molesta por no haberse podido quedar en el
planeta, por lo que había decidido convertir a la tierra en un lugar como la
luna: sin espacio ni tiempo, sumida en la noche eterna, para poder regresar. El
emperador le pidió al monje que sellará a Kaguya en un lugar del cual jamás
pudiera salir. El monje Miatsu lo hizo así, en un espejo del palacio (que fue
conocido como espejo de la vida o de la luna) con los cinco objetos que la
princesa había pedido a sus pretendientes, como llaves de abertura y cerradura
del portal entre la luna y la tierra (el monje los tenía); de esta forma la
humanidad estaría a salvo del poder de la princesa. La capa de Kaguya-Hime fue
entregada a una familia reconocida y ancestral de la que se decía que sus
miembros poseían poderes espirituales.
La princesa Kaguya se enteró por medio de un susurro de
un sirviente del palacio que estaba encargado de cuidar el espejo que la
mantenía cautiva del hechizo y el engaño del emperador, así que le pidió a una
de las personas de la luna que hiciera que del Monte Fuji cayera fuego, lava,
cenizas y gases venenosos que causaran la muerte de la región entera. La
persona así lo hizo, y tomando la furia de la princesa como componente
principal, creó al volcán (antes solo era una montaña), que no hizo erupción
debido a que la rabia de la princesa no era suficiente así que tenían que
esperar hasta que la rabia de la princesa se acumulara y fuera la suficiente
para hacer estallar al volcán. Desde entonces las erupciones del Fuji (pocas en
la historia), han sido violentas, debido a la furia de Kaguya-Hime.
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bueno y como acotación xD Hay muchos animes donde podemos
encontrar esta historia, por ejemplo es Mirmo Zibang en el capítulo de "La
caza del monstruo, de Murumo" en donde Rima es la princesa Kaguya o
también Pita-ten en el capítulo “como luchar con tu rival”